La mayoría de los consumidores piensan que envasar en vidrio los productos de cosmética puede ser una simple cuestión de imagen de marca y estética.

¿ Y si les dijésemos que además de eso, es una cuestión de salud ?. De salud capilar y de salud general.

No es menos cierto que el envase de vídrio es el que mejor conserva los cosméticos, sus cualidades y sus propiedades.

El vidrio de color ambar es el mejor para proteger el producto de la luz, este es el motivo por el que las botellas de cerveza son de este color, para evitar que la luz deteriore los ingredientes orgánicos que esta bebida contiene.

La mayoría de los usuarios no saben que las ceras de peinado, en todas sus variantes, pomadas, clay, ceras mate, ceras de brillo o barros, para poderlas verter en sus envases, como ceras que son, se funden a altas temperaturas, en algunos casos a temperaturas de ebullición. Si observáis en la superficie de muchas ceras, se aprecian las burbujas  ya en estado sólido, de haber hervido el producto en el interior del envase.

Esta practica supone un alto riesgo para la salud del usuario, debido a unas moléculas que se encuentran en los envases de plástico y en el recubrimiento de muchos envases de latón. Hablamos de los bisfenoles.

Los bisfenoles son moléculas que penetran en nuestra piel, pasan al torrente sanguíneo deteriorando nuestro sistema hormonal. Perjudican al tiroide y a las glándulas secretoras de nuestro aparato reproductor. Son denominados disrruptores endocrinos.

Estos disrruptores endocrinos en presencia de calor migran con mucha facilidad del plástico del envase al producto envasado.

Vertiendo ceras a altas temperaturas o a temperaturas de ebullición en envases de plástico, la migración de los bisfenoles del envase al producto es mucho más que probable.

Plástico y calor forman un dúo nefasto para la salud humana.

Este es el motivo por el que se nos recomienda no reutilizar las botellas de agua envasadas en plástico de PET, no exponer estas botellas de agua al sol ni a ninguna otra fuente de calor y no calentar alimentos en envases de plástico.

No cabe duda alguna de que el tema es serio y controvertido, sobre todo si tenemos en cjuenta que existen evidencias científicas de que los efectos de estos disrruptores endocrinos pueden ser incluso transgeneracionales. Es decir, estas sustancias pueden tener efectos perjudiciales para las próximas generaciones que ni tan siquiera han tenido contacto directo con ellas.

Ya conoces el motivo por el que en BARBERSCIENCE envasamos todas las ceras en envases de vidrio, y no es solamente una cuestión de estética…

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Aquí, en CIENCIA BARBERA.